Viernes, 06 de Febrero de 2009 01:40
Luego de unas semanas pasadas en las tierras de Obama, un mercado claramente más desarrollado que el nuestro en términos tecnológicos sin por ello ser el más, surgieron algunas reflexiones que son interesantes de compartir.
Es claro el desplazamiento de Internet desde la PC hacia otras plataformas. Hoy, no sólo los celulares acceden a Internet (presentando cada vez menos limitaciones) sino que otros electrónicos también lo hacen. No es nuevo el caso de las consolas de videojuegos (que son cada vez más mediacenters) donde no sólo se puede jugar online sino también navegar, descargar juegos y contenidos multimediales. Tampoco lo es si hablamos de libros electrónicos que bajan el contenido de la red, aunque sea a través de la celular, o reproductores de MP3 que lo hacen vía WiFi. Pero resulta interesante ver los primeros exponentes de televisores con conexión de banda ancha, lo que les permite acceder a contenidos en video directamente de Internet. Se trata de la mejor demostración de la convergencia entre TV y PC. Y ganó la PC, por más que ahora se disfrace de TV.
En este mundo tan diverso de los dispositivos conectados, queda en evidencia la lucha entre Microsoft y Google. Microsoft, rey absoluto del mundo PC, no puede lograr aún (y se pone cada vez más difícil) lo que en su momento Bill Gates pretendía: tener a Windows en cada dispositivo. Esto, en un modelo donde cada vez más lo que importa es tener un navegador que sirva de ventana (paradoja del nombre Windows) a Internet, termina de indicar quién será el dominador de esta tercera ola en la tecnología. La primera, la del hardware, dominada por IBM. La segunda, la del software, dominada por Microsoft. Y ya claramente estamos en la tercera, dominada por la red, donde el rey es Google y apunta a seguir en ese lugar.
Claro que en esta era, mantener cautivo a un cliente/usuario es más difícil que antes. Para Google, la competencia (que no es muy dura en la actualidad) está a un click de distancia, lo que le exige generar constantemente productos que funcionen y sean innovadores como factor de retención, beneficiando al usuario. No obstante, el posicionamiento de Google como dominador de la tercera era tecnológica está poniendo sobre aviso a varios, lo cual es natural, pero significa que será cada vez más intenso el escrutinio que se haga sobre la empresa.