Viernes, 17 de Agosto de 2007 14:59
Desde su lanzamiento, y más allá del peso de la poderosa maquinaria de marketing de Microsoft, son más las críticas y reservas respecto de Windows Vista que los comentarios elogiosos.
Primero fue el caso de Dell, que dio marcha atrás con su política de incluir Vista en todos sus equipos para dejar que en algunos casos el cliente eligiera entre Vista y XP. Más tarde se sumó el presidente de Acer, quien el mes pasado afirmó que "toda la industria está muy decepcionada con Vista", afirmando que el software no estaba listo cuando fue lanzado y que "la estabilidad es ciertamente un problema".
Ahora la cosa es más fuerte, ya que Lenovo, proveedor oficial de la informática de los Juegos Olímpicos Beijing 2008 (¿no era Pekín?), anunció que para el evento las computadoras en uso utilizarán conservadoramente la versión XP. Según el presidente de Lenovo, "los Juegos Olímpicos requieren tecnología madura, estable. No es un lugar para probar nuevas tecnologías debido a la envergadura e importancia del evento". Como si esto fuera poco, agregó que "si no es estable, podría haber problemas". Categórico.
Todas estas críticas no hacen más que revitalizar la discusión de si el modelo de sistemas operativos gordos, pesados y complejos no está llegando a un punto donde son más los problemas que agregan que los que resuelven. Toda una discusión tecno-filosófica.