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¿Revolución improductiva?

En momentos en que se encuentra seriamente cuestionado por la supuesta manipulación del índice inflacionario, el INDEC no se detiene. Esta semana lanzó un informe que intenta establecer indicadores del uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones en ciertas empresas argentinas. Bajo el nombre de "Utilización de tecnologías de la información y las comunicaciones en empresas industriales argentinas", el informe presenta ciertas limitaciones aunque también ofrece algunos datos que permiten entender un poco mejor qué es lo que está pasando en este segmento desde una perspectiva tecnológica.

 

Más allá de las buenas intenciones del INDEC con esta nueva medición, no resulta claro porqué el estudio se circunscribe a empresas industriales, siendo que sectores como el primario y el terciario tienen tanta incidencia en la economía local. Sería útil que la próxima edición incorpore a los sectores obviados en la presente. Otro punto criticable y mejorable es que la información corresponde al año 2005 en base a un relevamiento (ENIT - Encuesta Nacional sobre Innovación y Conducta Tecnológica - no es un error nuestro, se "comieron" una C) realizado en el 2006. Dicho de otra forma, se tomaron su buen tiempo para trabajar sobre la información existente. Como se ve, ambas falencias son fácilmente subsanables.

 

Yendo a los datos publicados, algunos son ciertamente preocupantes. El primero es que menos de la mitad (45%) de las empresas realizó inversiones en TIC en el 2005. Se trata de un porcentaje bajo en momentos en que la incorporación de las TIC está en plena expansión y donde su uso puede ayudar notoriamente a la competitividad de las empresas. El segundo dato preocupante, quizás más que el primero, es que es muy bajo el impacto de la incorporación de TIC en la forma de trabajar (52% de quienes invirtieron) y más bajo aún en cuanto a su impacto en la estructura organizacional (15% de quienes invirtieron). En otras palabras, en la mayoría de los casos en que se invirtió en TIC, las cosas siguieron haciéndose de la misma manera, en vez de replantearlas en función de las nuevas capacidades. Esta forma de incorporar las TIC al proceso productivo es la de más bajo impacto.

 

Estos datos sirven para entender porqué recurrentemente una porción importante de las empresas industriales argentinas reclama un tipo de cambio alto como forma de asegurar su competitividad. Lamentablemente para ellas, la competitividad vía tipo de cambio tiene una validez transitoria (tal como se puede comenzar a apreciar en la actualidad). Para ser competitivo en forma sustentable en un mundo globalizado, hay que utilizar adecuadamente todas las herramientas disponibles, lo que incluye a las TIC. Si no, estamos condenados a repetir la historia de siempre, y no al éxito como dijo, sin mucho fundamento, el padre de la criatura.


Tags: Informatica Sociedad Tecnologia

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